lunes, 22 de diciembre de 2014

De nuevo por el monte......

Hacia bastante tiempo que no tenia mucho contacto con la montaña, unos veces por acudir a otro tipos de acontecimientos y otro por pereza, de hecho en estas épocas de oto-invierno, las suelo dedicar para hacer otras cosas (fotografías de surf, reportajes de carreras de montaña, fotografía callejera, etc...). Pero en esta ocasión, por un lado tenia ganas de volver a la montaña, sentir sus olores a hierba o frutos del lugar, quemar adrenalina subiendo esas pequeñas tachuelas y por otro lado estar con mis compañeros de fatigas montañeras. 
En esta ocasión nuestro gran organizador, eligió una ruta sencilla, la cual tenia un senderismo suave con alguna cima de bajo de nivel, así que la vuelta al entorno natural se me hizo del todo relajado y pudimos disfrutar de los vientos y aromas que soplaban por ALava. Como os he contado la ruta fue sencilla, apenas tenia un desnivel positivo de 200 metros, el cual se subió con suma facilidad y lo bueno de llegar a la cima fue coger esa cantidad de oxigeno de autentico label, con lo cual nuestras células medio muertas yo pienso que se despertaron en aquel instante. 
El plan fue salir desde Bilbao hasta la localidad alavesa de Murgia, un trayecto que como mucho se hizo en 40 minutos a un ritmo muy tranquilo, de hecho tampoco había mucha prisa por llegar lo mas rápido posible. El punto de partida estaba en Hueto de Arriba, un pequeño pueblo a las cercanías de Murgia, que en su interior se podía ver una iglesia de estilo confuso, es decir, partes eran de estilo romaico y otras góticas, pero el conjunto al pasar por ella no te dejaba indiferente.
En fin, el inicio de la ruta estaba en Hueto de Arriba, al poco de salir de este pueblo nos encontramos por senderos anchos, bien pavimentados y de fácil acceso, y al cabo de unos minutos llegamos hasta las famosas Cuevas de Goros, la cuales parecían algo complicadas de introducirse, así que desistimos de esa idea y nos pusimos en camino a la Cruz de Ganalto.


En el año 1900, coincidiendo con el cambio del siglo, se procede a la colocación de cruces en los montes bajo siguiendo la recomendación del papa León XIII. De este modo los vecinos de Aperregi alzaron una cruz de madera que estuvo en pie hasta el año 1.953. Un año después se procede a la colocación de una nueva cruz, esta ya metálica, realizada por Iñaki y Andrés Elejalde. Debido al deterioro que sufre la cruz con los años, el mismo Iñaki Elejalde se encarga de confeccionar artesanalmente una nueva cruz de siete metros de altura que reposa sobre cuatro patas. Anexa a la cruz hay un buzón que es una replica del caserío donde vive su constructor. La nueva cruz se coloca el 15 de noviembre de 2003 y es bendecida por el cura de Domaikia, Jugo y Zarate, D. José Antonio Gil. En este acto organizado por la sociedad excursionista Manuel Iradier de Vitoria-Gasteiz, se entregó una placa que homenajea la labor de los hermanos Elejalde y se recuerda al socio Juanito Salazar, que fue el impulsor de estas cruces. El 4 de diciembre de 2005 se coloca un belén, obra también de Iñaki Elejalde.
En cuanto al nombre de la montaña, señalamos que algunos mapas la designan como Cruz de Garalto, en lugar de Cruz de Ganalto. La verdadera denominación sería Ganalto, pues la cruz, como ya se ha indicado, sería una señal no anterior al s.XX.


 Después de varios desvíos y pasos por collados poblados con arboles de diferentes especies, pudimos apreciar desde lejos la cima de Ganalto, en la cual estaba enclavada una gigantesca cruz, mas o menos es una copia de la Cruz del Gorbea, pero en dimensiones mas reducidas, aunque no por eso le quita espectacularidad a la citada cruz. La subida en un principio tiraba bastante para arriba y después de unos tantos kilómetros llaneando costaba el coger el punto a esa subida, al cabo de unos metros la cuesta iba templando y haciéndose mas llevadera, cuando nos dimos cuenta ya estábamos al lado de la Cruz.


Desde la cima de esta montaña se podía ver una excelente panorámica del monte Atxabal y el Santuario de Oro, lo cual era muy grato para la vista y nos hacia reflexionar sobre lo grande que es ver y sentir la naturaleza en su estado mas puro.


Merodeando en las inmediaciones de la cima, se podían ver mas de un objeto digno de hacerle una fotografía, en esta ocasión elegí un antiguo recordatorio de alguna club alpinista, llamaba la atención por su delicada piedra y sus formas tan sencillas, en fin que no se me ocurrió otra cosa que hacerle una fotografía.


Mas tarde dejamos la cima del Ganalto y nos dirijimos hacia otro monte que había en las cercanías, este parecía bastante mas sencillo, de hecho, llamaba la atención por sus verdes campos y solamente se desviaba la mirada de la especie de manta verde, cuando veías algún tipo de excrementos de animales, lo cual daba un colorido especial lugar. 


Como la luz iba bajando a una rapidez asombrosa, decidimos bajar a bajar de nuevo al punto de partida de la ruta, exactamente a Hueto de Arriba y casi casi el sol estaba a punto de esconderse entre las montañas. En esto me di cuenta que esta era mi oportunidad para sacar esta especie de anochecer, así que rápidamente saque mi cámara de la mochila, la monte y después de hacer unas cuantas pruebas, este fue el resultado que me quedo.
Como resumen, os diría que el ida para mi fue fantástico, parajes de ensueño, una luz muy natural, buena compañía y como colo fon este anochecer, el cual aunque no me quedo muy bien, me hizo disfrutar un tiempo.

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