Era un sábado mas en nuestra memoria, sin embargo ese día prometía algo especial, era como si quisiéramos borrar de nuestra memoria los días grises vividos durante la semana. Amaneció con fuerza, donde predominaban los tonos azules del cielo con ligeras trazas de nubes. Algo que te obligaba a desempolvar tu vieja cámara y montar en ella cualquier lente. Yo desayune pronto, hice mis labores en casa y salí en cuanto pude con la intención de sacar algo curioso por mi ciudad. Por casualidad me tope por el 'Casco Viejo' de mi ciudad con un espectáculo de payasos y animación, lo que junto al día soleado te hacia soñar en alguna toma interesante.
En esta ocasión elegi mi Panasonic GX7, mi Tokina 28-70 mm y un trípode por si me hacia falta. El Tokina es un viejo zoom, de cuando la fotografía estaba menos tecnificada y cuando nuestro ojo humano jugaba una gran importancia. Con esto no quiero afirmar que hoy en día no juegue esa especial importancia, pero en estos momentos gracias a la ayuda electrónica se nos facilita mas el trabajo. Yo últimamente me ha dado por usar estos viejos objetivos, ya que con ello me hace seleccionar mejor el objeto a fotografiar y a hacer los justos disparos.
Gracias a la actuación que me encontré en pleno corazón de Bilbao, me hizo reflexionar en cual podrían ser los orígenes de los payasos. Me vinieron a la cabeza una multitud de ideas y no sabia con cual quedarme. En un primer momento pensé que quizás los payasos vinieron el antiguo Egipto, luego pensé en que pudieron aparecer por oriente, en el antiguo imperio chino y para finalizar en mi reflexión, pensé que igual los primeros payasos aparecierón en Roma. En fin, que en ese momento por mi cabeza rondaban una multitud de dudas y no acaba de aclarar mis inquietudes.
Mientras transcurría la actuación, la inquietud me podía, cogí el móvil empece a rebuscar y encontré por internet una multitud de historias sobre los orígenes de los payasos. Sin embargo, me quede con algo bastante claro, que los orígenes eran bastantes inciertos y se cree que los primeros aparecieron en la época de los faraones con los egipcios. Por otro lado, lo que me quedo claro es que desde los primeros relatos de la aparición de estos personajes, siempre se les ha caracterizado con una dosis alta de alegría, diversión y de buen humor. Su caracterización es muy dispar, puede variar dependiendo de las tradiciones y las costumbres de los lugares. Lo que si es verdad, es que los payasos han evolucionado a través de los tiempos y se han quedado en nuestras vidas para siempre.
La jornada fotográfica parecía que iba a cumplir con buenos resultados, era uno de esos días que te apetece fotografiar de todo, payasos, estatuas, barandillas, etc. Todo lo que estaba a mi alrededor me parecía original para fotografiar, la cuestión era apretar y apretar el botón del disparo de mi cámara y oír ese mágico ruido de cuando el obturador se cierra y abre. En fin todo un placer.... en ese momento.
Sin embargo, este día el protagonismo lo tenían el grupo de payasos animando el arenal bilbaíno. El recinto donde actuaban se mascaba el buen ambiente, niños y mayores disfrutando de sus bromas y juegos sin parar. Otros eramos simples espectadores, que mirábamos con detenimiento, unos disfrutando de la actuación y otros sacando fotografías. Pero como todas las cosas de la vida, todo tiene un principio y un final, y esta actuación no iba a ser menos. Sin quererlo, estábamos ante los últimos coletazos de la pequeña función, disfrutando tanto o mas que los niños....
Para finalizar, creo que el resultado de mi Tokina 28-70 mm. fue bueno en rasgos generales. Esta lente es fue construida en los años 80, en esa época eran escasos los objetivos con automatismos, es decir, con autofoco. Poses una ergonomía bastante buena, con un tacto preciso de sus anillos, tanto el de enfoque como el del cambio de la focal y tal vez, la única pega que le puedo poner es que es algo pesado para una cámara sin espejo. Sin embargo, para mi gusto cumple.
Como toda lente de enfoque manual, en un principio es complicado cogerle el truco, pero con el tiempo y con la ayuda del 'focus peaking' le coges el gusto de usar este tipo de ópticas.
En esta ocasión elegi mi Panasonic GX7, mi Tokina 28-70 mm y un trípode por si me hacia falta. El Tokina es un viejo zoom, de cuando la fotografía estaba menos tecnificada y cuando nuestro ojo humano jugaba una gran importancia. Con esto no quiero afirmar que hoy en día no juegue esa especial importancia, pero en estos momentos gracias a la ayuda electrónica se nos facilita mas el trabajo. Yo últimamente me ha dado por usar estos viejos objetivos, ya que con ello me hace seleccionar mejor el objeto a fotografiar y a hacer los justos disparos.
Gracias a la actuación que me encontré en pleno corazón de Bilbao, me hizo reflexionar en cual podrían ser los orígenes de los payasos. Me vinieron a la cabeza una multitud de ideas y no sabia con cual quedarme. En un primer momento pensé que quizás los payasos vinieron el antiguo Egipto, luego pensé en que pudieron aparecer por oriente, en el antiguo imperio chino y para finalizar en mi reflexión, pensé que igual los primeros payasos aparecierón en Roma. En fin, que en ese momento por mi cabeza rondaban una multitud de dudas y no acaba de aclarar mis inquietudes.
Mientras transcurría la actuación, la inquietud me podía, cogí el móvil empece a rebuscar y encontré por internet una multitud de historias sobre los orígenes de los payasos. Sin embargo, me quede con algo bastante claro, que los orígenes eran bastantes inciertos y se cree que los primeros aparecieron en la época de los faraones con los egipcios. Por otro lado, lo que me quedo claro es que desde los primeros relatos de la aparición de estos personajes, siempre se les ha caracterizado con una dosis alta de alegría, diversión y de buen humor. Su caracterización es muy dispar, puede variar dependiendo de las tradiciones y las costumbres de los lugares. Lo que si es verdad, es que los payasos han evolucionado a través de los tiempos y se han quedado en nuestras vidas para siempre.
La jornada fotográfica parecía que iba a cumplir con buenos resultados, era uno de esos días que te apetece fotografiar de todo, payasos, estatuas, barandillas, etc. Todo lo que estaba a mi alrededor me parecía original para fotografiar, la cuestión era apretar y apretar el botón del disparo de mi cámara y oír ese mágico ruido de cuando el obturador se cierra y abre. En fin todo un placer.... en ese momento.
Sin embargo, este día el protagonismo lo tenían el grupo de payasos animando el arenal bilbaíno. El recinto donde actuaban se mascaba el buen ambiente, niños y mayores disfrutando de sus bromas y juegos sin parar. Otros eramos simples espectadores, que mirábamos con detenimiento, unos disfrutando de la actuación y otros sacando fotografías. Pero como todas las cosas de la vida, todo tiene un principio y un final, y esta actuación no iba a ser menos. Sin quererlo, estábamos ante los últimos coletazos de la pequeña función, disfrutando tanto o mas que los niños....
Para finalizar, creo que el resultado de mi Tokina 28-70 mm. fue bueno en rasgos generales. Esta lente es fue construida en los años 80, en esa época eran escasos los objetivos con automatismos, es decir, con autofoco. Poses una ergonomía bastante buena, con un tacto preciso de sus anillos, tanto el de enfoque como el del cambio de la focal y tal vez, la única pega que le puedo poner es que es algo pesado para una cámara sin espejo. Sin embargo, para mi gusto cumple.
Como toda lente de enfoque manual, en un principio es complicado cogerle el truco, pero con el tiempo y con la ayuda del 'focus peaking' le coges el gusto de usar este tipo de ópticas.
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