Bueno Bakio (Bacqio en navarro) junto a la playa de Sopela y Mundaka son de las tres mejores playas en el litoral vizcaíno para practicar surf y generalmente en la epoca que va desde octubre hasta finales de noviembre se pueden ver una infinidad de surfers practicando este bello deporte.
Bakio esta situado en la comarca de Mungialdea, escasos kilómetros de Mungia y Bermeo, posee vestigios de la época dorada del siglo XVII, pero no fue hasta partir el siglo XX cuando consigue su máximo esplendor. A pesar de su situación al borde del mar, no posee una tradición marinera y según se cree fue un municipio meramente agrícola.
Posee un microclima especial, con abundantes precipitaciones y un clima
templado, sin apenas nieve o heladas; lo que favorece el cultivo de la vid y la producción del vino denominado chacolí.
En esta ocasión me decidí por ir a Bakio hacer mi sesión de fotografías, pensé que ali habría mejores olas que en Sopela y si soy sincero creo que acerté. Aparte de eso el día estaba bastante bien para hacer algo original, había una luz bastante suave y me quitaría las grandes sombras, así que raudo y veloz me acerque a la citada playa.
Nada mas llegar vi que las condiciones eran buenas para mi sesión, pero sin llegar a ser excelentes y mas que nada porque la marea estaba empezando a bajar y las olas iban decreciendo (alrededor de 1 m. mas o menos). Por suerte en ese momento en el agua había buenos surfers y después de un tiempo eligiendo el lugar idóneo donde colocarme, me puse en un lugar que me pareció el mas ocurrente para hacer algo curioso.
Como veis en esta imagen las olas no eran gran cosa, pero los surfers intentaban sortearlas de cualquier manera y en esta os podéis dar cuenta de la pirueta que tenían que hacer para conseguir deslizarse sobre las olas. A veces, cuando hay carencia de olas, estos deportistas tienen que improvisar durante la marcha una cantidad de quiebros para avanzar lo máximo posible por las olas.
En esta imagen se puede comprobar lo que pasa cuando rebasan un cierto limite y rompen las reglas clásicas de navegación. Generalmente, pierden el equilibrio y como consecuencia de eso aterrizan sin tabla en el interior de la ola, sin quedarles otro remedio que empezar un ciclo nuevo y volver a subirse a los lomos de una nueva ola.
Por otro lado, deslizar por encima de las olas tiene su placer, es una forma de expulsar adrenalina al exterior y aunque estos deportistas están bajo la influencia de las condiciones de las olas, pero en muchas ocasiones hacen milagros respecto a las olas que se producen en esos momentos.
Muchas veces observarles como gestionan las olas es puro placer para la vista y mas de uno nos preguntamos como son capaces de deslizar por esas olas, con una suavidad que chiribitas en los de quien lo observa.
Por otro lado, en cuanto a la técnica empleada es la misma que en otras entradas que puesto sobre este tema y en estas imágenes poco tengo que explicar en lo referente al procesado, solamente he cambiado un poco el encuadre de las fotografías y les he intentado aportar un poco mas de nitidez.
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