jueves, 10 de marzo de 2016

Richard Avedon, mi gran inspiración...

No quería dejar pasar la oportunidad sin dejar de hablar de Richard Avedon, uno de los fotógrafos que más me ha influenciado en estos últimos años y por el que siento una gran admiración. Richard fue casi uno de los pioneros en fotografía de moda en el siglo y gran parte de la industria de la moda le debe mucho a este fotógrafo estadounidense, porque fue capaz de sacarle el máximo partido a cada uno de los retratos de moda que hacia. Entre sus fotografías podemos encontrar desde famosos actores de cine y modelos hasta gente corriente que aparecía frente a su vista, es decir, todo arsenal de pequeños personajes en un mundo casi irreal.


Richard Avedon nació en el seno de una familia judía. Creció como hijo único de Jacob Israel Avedon, un inmigrante nacido en Rusia que regentaba una tienda de ropa en la Quinta Avenida. Su madre Anna pertenecía a una familia propietaria de una empresa textil. Desde niño se aficionó a la poesía y a la vez sentía pasión por el moda, cosa algo inusual para un jovencito de esa época. Desde su juventud ya se vislumbraba su capacidad creativa, pero no se sabia cual pudieran sus limites artísticos
Después de unos años trabajando en diferentes trabajos, la revista Harpper's Bazar reclamó sus servicios como retratista, en la cual estuvo trabajando durante dos décadas, realizando infinidad de retratos hasta que en 1966 pasó a convertirse en fotógrafo de Vogue USA.


Durante esa época retrato a una infinidad de actores de Holywood, entre otros: Truman Capote, Henry Miller, Humphrey Bogart, Marilyn Monroe, etc. A simple vista sus retratos parecen bastantes sencillos, pero en realidad no lo eran porque jugaba mucho con el aspecto psicológico de sus protagonistas.


Su método era sencillo, pero a la vez efectivo, jugaba con la derrota anímica del contrario fotografiado a través de largas y cansadas sesiones. Después de varias horas, el cansancio hacia efecto en sus retratados, con lo que Richard Avedon era capaz de sacar esa personalidad más sincera.


En casi la totalidad de sus imagenes aparece el fotografiado frente a un inmaculado fondo blanco, en el cual esta carente de toda sombra como consecuencia de la iluminación artificial. Usaba un tipo de iluminación bastante sencillo, en la mayoría de las ocasiones era una iluminación frontal, pero en una posición algo elevada.


A últimos de los años 70 comenzó el que habría de convertirse en uno de sus proyectos más importantes. Por encargo del Museo Amon Carter, de Texas, Avedon dedicó a recorrer el oeste de los Estados Unidos durante 5 años, en este proyecto queria documentar los modos de vida de personas anónimas. A esta obra la titulo In the american west y en ella se presentan a granjeros, mineros, vagabundos, prostitutas, amas de casa, presos, vaqueros de rodeo o empleados de pequeñas oficinas plasmados en fotografías de gran formato tomadas con luz de día, al aire libre y como siempre, ante un fondo blanco


Al término de este proyecto, Avedon había recorrido la friolera de 189 poblaciones en 17 estados. Había fotografiado a 752 personas anónimas utilizando alrededor de 17.000 placas de película. De todo este material  escogió 123 retratos que conformarían la serie In the american west 1979 – 1984.


El tiempo, la vejez y el estrés solían ser los tres motivos principales con los que jugaba Richard Avedon en sus fotografías. Vemos en sus fotografías como sus personajes denotan el paso del tiempo y como ese efecto influye en los estados de ánimos de sus protagonistas. Son una especie de retratos sacadas de contexto cotidiano, en la que aparecen sin maquillar, cansados o fatigados y con la simple dureza de su mirada interior.

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